Si alguna vez has paseado por un museo, has visitado ruinas antiguas o simplemente te has fijado en algunos edificios clásicos, probablemente hayas notado columnas altas, elegantes y llenas de detalles. Pero ¿sabías que no todas son iguales? Hoy queremos hablarte de tres estilos que marcaron la historia de la arquitectura y que aún nos rodean: las columnas dóricas, jónicas y corintias.
El estilo dórico
Las columnas dóricas son las más antiguas y robustas. Se originaron en la Grecia continental, allá por el siglo VII a.C., y se reconocen por su diseño sencillo pero imponente. No tienen base y su capitel (la parte superior) es simple, casi austero. Si las miras de frente, transmiten estabilidad, fuerza y una cierta “seriedad arquitectónica”.
Se usaban mucho en templos dedicados a dioses guerreros, como el Partenón en Atenas. Son perfectas si lo que se quiere es un aire sobrio y monumental.
El estilo jónico
Unos siglos después, surgieron las columnas jónicas, originarias de las islas del mar Egeo. Son más delgadas que las dóricas, tienen una base y lo que más las distingue es su capitel decorado con volutas, que parecen espirales o caracoles. Estas columnas tienen un aire mucho más refinado y femenino, por decirlo de alguna forma.
El Templo de Atenea Niké es un gran ejemplo de este estilo. Las jónicas aportan dinamismo y gracia visual a cualquier estructura, y se convirtieron en favoritas de muchos arquitectos de la época clásica.
El estilo corintio
Y luego está el estilo corintio, que llegó un poco más tarde, ya casi en el periodo helenístico, pero que fue adoptado con entusiasmo por los romanos. Aquí ya hablamos de columnas decorativas al máximo nivel. Su capitel está lleno de hojas de acanto talladas con muchísimo detalle, lo que les da un aspecto exuberante y sofisticado.
Las columnas corintias no eran tan comunes en Grecia, pero los romanos las adoraban. Las verás en lugares como el Panteón de Roma. Incluso hoy, muchos edificios modernos —desde universidades hasta bancos— adoptan este estilo para transmitir lujo y poder.
¿Por qué siguen siendo importantes hoy las columnas dóricas, jónicas y corintias?
Estas tres columnas no solo son estructuras antiguas. Son símbolos culturales. Nos hablan de una civilización que valoraba el arte, la proporción y la belleza. Y lo más interesante es que, miles de años después, seguimos usando estos estilos como referencia estética y simbólica en arquitectura moderna.
Las columnas dóricas, jónicas y corintias no solo sostuvieron templos antiguos, también han inspirado siglos de arquitectura y diseño. Hoy, en CO‑Arquitectos, tomamos esa herencia para crear espacios funcionales, elegantes y con carácter. Desde proyectos de diseño de interiores hasta reformas integrales, ofrecemos soluciones creativas, eficientes y a medida para cada cliente.