Cuando hablamos de puertas, solemos fijarnos en la hoja (la parte que se abre y cierra), la cerradura o incluso en el pomo. Pero hay una parte fundamental que muchas veces pasa desapercibida: la jamba.
La jamba es uno de los componentes esenciales del marco de una puerta. Concretamente, son las piezas verticales que se encuentran a cada lado del hueco donde va colocada la puerta. Una de ellas normalmente sostiene las bisagras, y la otra actúa como tope para el cierre.
¿En qué se diferencia la jamba del dintel?
Aquí es fácil confundirse, porque tanto la jamba como el dintel forman parte del cerco de la puerta. Pero la diferencia es clara:
Jamba: son las piezas verticales, situadas a ambos lados del hueco.
Dintel: es la pieza horizontal que une las dos jambas por la parte superior.
Juntas, estas tres piezas forman lo que se conoce como el cerco o marco de la puerta. Gracias a ellas, la hoja puede encajar perfectamente y funcionar correctamente.
¿Para qué sirve una jamba?
Aunque no se suele hablar mucho de ella, la jamba cumple funciones muy importantes:
Estructurales: sostiene parte del peso de la puerta y permite que las bisagras estén firmemente sujetas.
Estéticas: junto con las molduras o tapetas, ayuda a que la puerta se vea integrada con la pared.
Funcionales: garantiza que la puerta cierre bien, sin desniveles ni holguras.
Aislantes: mejora el aislamiento acústico y térmico, sobre todo en puertas exteriores.
¿De qué materiales se fabrican?
Las jambas pueden estar hechas de distintos materiales, según el uso y el estilo deseado:
Madera maciza: aporta un acabado cálido y elegante.
MDF o aglomerado: opción más económica y común en interiores modernos.
Metal: ideal para puertas exteriores, blindadas o industriales.
PVC o materiales compuestos: resistentes a la humedad, muy usados en puertas de baño o exteriores.
¿Es lo mismo jamba que premarco?
No. Aunque a veces se confunden, el premarco es una estructura que se instala antes del cerco, directamente en la obra. Sirve como base para montar después la jamba y el resto del marco. Es decir, el premarco no es visible una vez la puerta está terminada, pero la jamba sí forma parte del acabado final.
En resumen
La jamba es mucho más que “el lateral de una puerta”. Es una pieza clave que garantiza que todo funcione correctamente: que la hoja se abra y cierre bien, que el conjunto se vea limpio y profesional, y que la puerta esté bien integrada con el entorno.
Así que, la próxima vez que mires una puerta, presta atención a los detalles. Las jambas están ahí, haciendo su trabajo en silencio, pero con gran importancia.
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